viernes, 25 de junio de 2010

miércoles, 23 de junio de 2010

Pequeña conclusión de miércoles por la mañana


Las personas a las que queremos nos definen.
Por eso nuestra pareja y nuestros amigos hablan de quienes somos y aún más importante, hablan de quienes queremos ser.


(dedicado a E, la persona más sabia que conozco)

martes, 1 de junio de 2010

Descubrimientos de la maternidad I


Un día, al salir de la ducha, me miré en el espejo y ví unas sombras negras en mi cara. Concretamente iban de la sien hasta el mentón. Cogí una toalla y la mojé con agua para frotarme, sin entender cómo y dónde me podía haber manchado de tizón. Después de pasarme la toalla varias veces, ví que las manchas no se iban y me acerqué al espejo para entender qué pasaba. Lo que pasaba era que me habían salido patillas. Unas patillas peores que las de Isabel Pantoja.

J dijo que cuando F dibujara en el cole a sus padres, en el colegio pensarían que era hijo de una pareja de gays, pues a los 2 nos pondría con patillas.

Después ese pelo ha desaparecido y ya no tengo patillas post revolución hormonal.

La semana pasada hice otro descubrimiento.
Me clarea la cabeza. Se me ha caído mucho pelo y me clarea por las sienes. También es sabido que es la caida de las hormonas. En catalán, "bajón hormonal" suena mucho mejor, se llama: "la davallada hormonal". Me encanta.
Da para un libro el tema. Me imagino el título: "¿Qué esperar cuándo estás cayendo hormonalmente?". Y añadir un subtítulo: "Nada"

Primero con patillas y barba. Luego calva. Y así muchas más cosas.

Hoy he descubierto otra cosa que puede parecer una chorrada por evidente y obvia, pero para mí no lo ha sido tanto hasta hoy, y es que: yo ya no soy lo primero.
Mi ombligo me da igual. Mi nuevo ombligo es otra persona, pequeñita y muy blandita a la que la cabeza se le cae para los lados todavía.
Pienso que no te conviertes en madre el día que das a luz. Al menos yo. Pienso que estoy creciendo poco a poco. Y que cada día lo que tienes dentro es más grande y ocupa más y cambias gradualmente.

Es difícil escribir sobre lo que ya existen tantos clichés. Los he escuchado toda la vida, pero la verdad es que nunca hice caso.
¿Quién hace caso a los clichés? los clichés no tienen fuerza.
Aunque las cosas que los provoquen sean lo más fuerte que nos pase en la vida.