sábado, 27 de febrero de 2010

un sábado cualquiera

El otro día Chulo se peleó con otro perro por un trozo de queso roquefort y ha estado temblando y andando cojo varios días.
Al final, J lo llevó a la veterinaria y ésta le ha recetado cortisona y valium. Parece ser que se le ha pinzado un nervio de la espalda en un gesto de la trifulca y por eso está así el pobre.
Cuando fui a comprar el valium con la receta de la veterinaria, la farmacéutica me sometió a un interrogatorio como si lo que fuera a comprar fuera morfina
"¿cuál es el nombre del perro?" y lo anotó y luego "¿y del amo?" y lo volvió a anotar con su cara de repelente y de "yo me tomo muy en serio mi trabajo" y luego otra vez: "¿y el d.n.i?" y entonces yo ya un poco hartita le dije "¿el del amo o el del perro?" y quise decirlo muy seria porque me estaba cayendo muy mal. Si fuera una yonqui falsificadora de recetas no las haría por un triste Valium 5mg! pero se me escapó la risa un poco y la farmacéutica me miró y apretando la boca me pareció que escribía más cosas, tipo: "denunciarla al jefe de las farmacias e investigar si el valium se lo toma el perro o ella" y me corté un poco.
El caso es que esta noche me he despertado, como siempre, y en medio de mi insomnio, me he acordado del valium de chulo y he decidido tomarme medio.
Me he dormido, pero me he despertado con un dolor de cabeza terrible. Tengo que decir que no es nada limpio este tranquilizante y que no sé como las amas de casa de los años 50 eran tan fans de él. Yo he pasado todo el día empanadísima. Y eso que la pastilla era de 5mg, o sea que me he tomado sólo 2'5mg. Dosis de baby jesus.
He tenido que salir a hacer como 300 recados esta mañana y he cogido el coche.
(¿Por qué nunca tengo los cedés que me gustan en el coche?) (y más importante aun, ¿por qué he creído que podía conducir?)
Iba súper lenta y todos los coches me pitaban y adelantaban. Para colmo, he puesto un cd que me grabó I hace mil años que se titula "Electroclash:Space invaders are smoking grass".
Entonces cuando he llegado al párking ha pasado una cosa súper fuerte.
Al entrar se me ha olvidado coger el ticket. Y entonces he arrancado la valla.
Ha venido el del párking corriendo y cuando ha visto que intentaba bajarme sin quitarme el cinturón, el pobre hombre yo creo que ha estado a punto de llamar a la policia.
Por suerte, se ve que la valla no se ha roto y que la arrancan cada día 3 o 4 veces (¿'?¡'"!!). Esto me lo ha explicado porque le he pedido perdón tantas veces que al final se ha hecho mi mejor amigo. Pero después de darme el ticket, me ha dicho: "aparque usted aquí" y me ha hecho seguirle hasta una plaza enorme, yo creo que ha debido pensar que no sé conducir. Me he reido un poco, pero por suerte también, creo que no lo ha visto.
Lo bueno es que con la descarga de adrenalina del susto, se ha compensado el efecto del valium y se me ha pasado el empane.
Y luego todo ya ha sido normal.
O eso me ha parecido a mí.
:P


jueves, 25 de febrero de 2010

En verdad...

...La octava maravilla del mundo y patrimonio de la humanidad son las buenas amigas.
:) bona nit*

miércoles, 24 de febrero de 2010

Suspirando profundamente

Hoy he vuelto a yoga.
Estas palabras tienen un significado muy profundo para mí. Empezar a practicar yoga ha sido una de las mejores cosas que he hecho en mi vida, soy una iluminada y cómo tal, me iluminé, y tener que dejarlo por el embarazo ha tenido unas consecuencias terribles. Pero bueno, eso ya pasó y hay que mirar hacia delante. Qué obsesión tiene la gente con esta frase, de verdad. Hay veces que has de mirar para atrás un buen rato para poder volver a mirar para delante. Además, no es para delante que hay que mirar. Hay que mirar hacia el sitio en el que estás en este momento.
Bueno, cada uno que mire hacia donde quiera, la verdad.
Hoy en la clase me ha guiado a mí sola una profesora que se llama Annamanu, mientras los otros hacían su práctica solos porque ellos ya saben la serie de memoria, es una serie de apertura de cadera que consideran que el alumno debe dominar antes de pasar siquiera a hacer el saludo al sol. Hemos practicado unas respiraciones fuertísimas y si te salían mocos disparados era que lo estabas haciendo muy bien. Bueno, más o menos.
A mí me han salido normal de mocos. A Annamanu muchísimos, pero estaba resfriada. Y ya verás como yo lo haya vuelto a enganchar...
En fin.
Había una que se llamaba "avivar el fuego". Una respiración.
Luego hemos hecho una serie específica de apertura de cadera y me ha pasado una cosa muy fuerte. Estaba en la postura y me he puesto a llorar sin parar. He notado tanta presión liberándose que me he puesto a llorar. Como estaba boca arriba, las lágrimas se me han metido dentro de las orejas. Annamanu se ha acercado a mí y me ha dicho que llorara a gusto, que siguiera respirando, que soltara. Me ha ayudado a llorar y me ha dicho que todo lo que estaba sacando, la tierra lo estaba absorbiendo. También me ha dicho que si me quería ir sola a llorar por los rincones. Bueno, lo de los rincones no me lo ha dicho, pero lo de llorar en soledad sí...
Pero no me he ido. Porque enseguida me han dado ganas de sonreír, y de seguir la prácitca.
Cuando hemos terminado, he sentido mi corazón lleno de gratitud hacia Annamanu y la quería abrazar a pesar del resfriado tan fuertísimo que tenía.
También hacia Upendra, que es el auténtico maestro. Upendra se va acercando a cada alumno y con 2 indicaciones todos notan que de pronto la postura está mucho mejor.
Upendra nació en Nueva Delhi y a los 8 años sus padres lo metieron interno en una escuela védica tradicional para que viviera practicando Hatha yoga y le ayudara a combatir su asma.

Y por hoy, ya está, y por qué? pues cómo diría mi querido P: pos nomaaaás.




martes, 23 de febrero de 2010

baby luz musical

Hoy no he tenido tiempo de escribir. Por la mañana, aprovechando que hoy tenía canguro, he tenido que ir al zapatero, a comprar lentejas, a la mercería, y a mirar toda la instalación eléctrica del piso nuevo, lo de las luces ha durado como 3 horas... Las lentejas me las tomo hasta para desayunar, me las sueño, a cualquier hora y en cualquier lugar pienso "quiero lentejas" luego ha resultado que tengo el hierro por los suelos, y por eso mi obsesión. También me apetece todo el rato jamón de jabugo, pero eso no sé si está relacionado con alguna carencia mineral o con mi hocico de borrico fino.
En verdad, después de las lentejas, lo que más quería era ir al H&M a comprarme unos pantalones pitillo de pre-mamá porque aun no tengo cuerpo de mamá. Pero claro, no he podido ir.
Y por la tarde el bebé no ha parado de llorar. No tenía hambre, no tenía calor, no tenía frío, no tenía caca, no tenía pipí, no tenía fiebre, ... no tenía motivos!
Pero ahora resulta que los bebés sí que tienen motivos para llorar. Parece ser que nacen con una pena muy profunda que liberan llorando y que no hay que tratar de que se callen, hay que dejarlos llorar, aunque se pongan morados y se les ponga la lengua de cacatua, tan sólo hay que cogerlos en brazos, mirarlos a los ojos y decirles muy seriamente con la mano en el corazón: "yo te comprendo"
Yo pienso que habría que añadir: "pero cállate ya por favor..."
Cuando hace pucheros se le pone la boquita para abajo y parece un conguito.
Entonces le canto. Su preferida es una que me salió no sé ni como un día y siempre le canto la misma, es de un anuncio de gusi-luz muy antiguo:
Alegra esa cara baby
a baby luz musical
con la luz apagada
se le ilumina la cara
y mientras te duerme te canta una nana

hasta mañana baby
Le flipa.
A veces también me las invento sobre la marcha.
Tengo ganas de salir a pasear con él, ver a otros seres vivos y que se acabe el encierro.
Sueño con el sol.
Porque como dice R: "a l'estiu, tota cuca viu".


lunes, 22 de febrero de 2010

Onion Beach

La casa apesta a cebolla.
Ya me voy encontrando mejor, me duele menos la garganta, pero tengo muchos mocos y sinusitis. Filo, la chica que nos ayuda en casa, es de Bolivia y hoy me ha preparado un menjungue que ella ha dicho que es "santo remedio". Consiste en partir una cebolla en trocitos, hervirla, colar el agua que resulta y añadirle un poco de limón y un poco de miel y bebértelo bien calentito. Parece repugnante, verdad? pues estaba buenísmo! pero lo mejor es que me ha llamado mi doctora para ver cómo seguía y me ha dicho "para licuar los mocos lo mejor es beber el agua que queda de hervir una cebolla, ponle un poco de miel si te parece muy mala" el mismo remedio de Filo!!! pero lo más fuerte de todo, es que me ha sentado de coña y que realmente me siento mejor.
Ahora, me ha cogido un ataque pro-cebollismo y no sólo tengo permanentemente cebollas hirviendo en el fuego, si no que he puesto en distintos puntos de la casa platos con cebollas cortadas.
Antes he olido a chulo, al bebé y a mí misma porque llevaba un rato pensando "pero qué peste..." y luego me he acordado de la cebolla que he puesto aquí al lado del sofá.
¿Hasta cuándo va a durar esto? no lo de las cebollas, lo de la cuarentena quiero decir. Tendré que llamar al dr.Santi. Otra vez! ;)

viernes, 19 de febrero de 2010

Room mates

Cuando subimos a la habitación 660-661 de la planta 6 de San Juan de Dios, ya debían ser las 23.30 o las 24h y las luces estaban apagadas. Había dos cunitas, una vacía, para Félix y otra con un bultito. Había otro bulto en el sofá cama y entendí que sería la mamá del bultito.
A la 1 de la madrugada alguien entró en la habitación y se acostó también en el sofá cama, que no es ni para uno, es directamente para medio (ser humano).
Por la mañana descubrí a los bultos: los papás. La mamá; Evelin, y el papá no sé, no he sido capaz de entender su nombre. La beba se llamaba Nicole Noemí. Tenía sólo 13 días y ya había cogido la bronquiolitis la pobre.
El médico de urgencias, que no era George Clooney (en E.R era pediatra!) me explicó que se agrupa a los pequeños pacientes por enfermedades para que no se contagien de otras nuevas.
Evelin iba todo el día como si fuera pleno verano, en tirantes y leggins, descalza, sin calcetines ni zapatillas. Decía que hacía mucho calor
¿??¿¿?!!! cuando en todas partes hablaban del febrero más frío en no sé cuantos años.
Me explicó que ella "quería un varonsito" y que "le hubiera puesto Michael Andrés". Mi madre le preguntó si Michael era por Michael Jackson y ella puso cara de que no, pero dijo que sí. Estaba muy extrañada de que Félix tuviera un único nombre. También de que fuera calvito porque Nicole Noemí tenía mucho pelo, muy largo y muy negro.
Una tarde vino su madre y también se llamaba Chabela. Había tenido 7 hijos y cogía a Nicole Noemí y para mecerla la lanzaba para arriba y la volvía a recoger. Yo no sé... la niña no lloraba. Yo a la madre no la ví contenta, si no más bien lo contrario.
Evelin y su novio dormían toda la mañana en el mini sofá cama. Luego a las 13h venía un señor que resultó ser el papá del novio y se iban a trabajar pero no sé dónde.
Las enfermeras iban entrando y allí estaban ellos debajo de una manta estampada con unas caras de tigre gigantes. Yo la manta no la puedo olvidar porque aún no he encontrado un adjetivo para describirla.
Las enfermeras entraban y ante el panorama, me miraban a mí y me decían "¿aún están durmiendo?" y yo "sí"... como si no lo vieran! "pues dile a "la mami" que tal o que cual". Y cuando Evelin se despertaba, yo le daba los recados y ella no decía nada.
En todos los hospitales que he estado, si estás embarazada o si acabas de parir, las enfermeras y auxiliares te llaman "mami". Y al padre le llaman "papi".
Nicole Noemi lloraba porque tenía hambre y entonces se despertaba Evelin, salía de debajo de la manta de tigres y ponía Tele 5.
No me puse las gafas ni un día.
Evelin pedía la leche a las enfermeras o la cogía de la mesa dónde se la habían dejado y si tardaba un poco le decía a la niña "ya viene, ya viene" y también "mentira, mentira"...
Resulta que la leche que preparan en el hospital no se pone mala y los biberones aguantan horas preparados. Intenté averigüar qué marca era, pero nadie lo sabía (?¿?!)
Los primeros días me pensaba que Evelin lloraba, porque se quedaba muy seria mirando a Nicole Noemi mucho rato y sorbía la nariz. Pero luego me contó que tenía gripe (la que luego yo cogí) y luego también descubrí que tenía cara de pena todo el rato aunque estuviera mirando Tele 5 a todo volumen, y que en verdad no estaba nada triste.
Se sacaba la leche cada día y se la daba con biberón (?¿¿?) le pregunté por qué y me dijo que le dolía. Entonces yo, que después de sufrir las mil y una con la lactancia, estoy profundamente sensibilizada y predico la palabra de Carlos González allá donde voy, fui a una enfermera y le pregunté si no tenían en el hospital a ninguna experta o grupo de apoyo a la LM que la pudiera ayudar y le conté mi vida a la enfermera y todo lo que sé de pechos congestionados. Sí que la tenían, pero cuando vino a verla, Evelin estaba durmiendo. Ella no quería darle el pecho, ni siquiera le dolía, pero de alguna manera se sentía presionada a dárselo y no se atrevía a dejarlo. Justo al contrario de lo que pasa aquí.
Me preguntó que leche le daba a Félix y se lo apuntó para comprarla.
Me contó que ella hubiera querido estudiar peluquería pero que nunca había tenido oportunidad de hacerlo y también que vino de Ecuador con 16 años con sus padres y que se sintió muy sola porque sus amigas se quedaron allí. Y me puse un poco triste.
Nos hicimos un montón de fotos y a los bebés también. Decíamos que de mayores les contaríamos que "esta fue tu primera novia".
A ella le dieron el alta un día antes que a mí, pero se quiso quedar un día más porque tenía miedo, Nicole Noemi había estado con la mascarilla de oxigeno varios días porque solita no respiraba al 100x100. La entendí y sentí pena por las dos. Las dos no son Evelin y Nicole Noemi, somos Evelin y yo.
Los bebés estaban conectados a una máquina que detectaba la saturación de oxígeno en sangre, habían de estar por encima de 92 para estar sin mascarilla. Félix estaba siempre al 99-100 y le pregunté al pediatra que cómo podía ser estando malito, me explicó que lo lograba a costa de mucho esfuerzo y me explicó lo que era el tiraje costal.
Al final nos fuimos todos el mismo día. Tenían como mil bolsas y el maxi cosi y Nicole Noemi y no podían con todo. Mi madre se ofreció a bajar con ellos para ayudarles y se fueron los 3 bien cargados.
Los ví salir y coger un taxi desde la ventana y tenía ganas de reír y también un poco de llorar. Pero al final me reí. Y ahora miro las fotos de vez en cuando y pienso en cómo le irá.


miércoles, 17 de febrero de 2010

Victoria Beckham sirve para algo

He estado pensando sobre pensar en Victoria Beckham y usarla de flotador el día que me hicieron la cesárea... y creo que no es tan raro que vengan a la cabeza personajes así. Quizás, hasta es lo normal. Me gustaría saberlo.
Es que me he acordado de B.
B es un amigo mío que estuvo muy enfermo, le diagnosticaron un cáncer. Mientras hacía la quimioterapia y todo el tratamiento para ponerse bueno, escribió un mini libro que se llama "Anatomía de un gay", súper divertido, ojalá se lo acaben publicando, bueno, a lo q iba, explica que un día tuvieron que traer el carro de paradas... sí, pobrico, todos los médicos se asustaron mucho y hubo que reanimarlo, entonces B cuenta que en ese momento vió la luz (esa de la que todos los que han tenido una experiencia al borde de la muerte hablan) y al final del tunel luminoso que atravesó, después de ver toda su vida pasar por delante de él, alguien le estaba esperando... ¿sabéis quién? sabéis a quién se encontró en ese momento tan dramático, luchando entre la vida y la muerte? pues a DAREK! el novio aquel que tuvo Ana Obregón! ¿??!!!!!!
B es así.
Aún no conoce al bebé, como tantos otros, porque con tanta restricción de salidas, enfermedades, y etc pues no lo ha visto. El otro día le mandé por mail una foto que le hice sentadito en el sofá, salía monísimo, con una rebequita azul que le ha hecho mi abuela y me contesta y me pone: el nen es lo mas !!! divino !!! pero cari consejo de amiga: quieres un telefono de un tapicero para el sofa?
B, te mando muchos besos!

El bebé, está durmiendo y parece un angelito de lo precioso que está.
bona nit*

martes, 16 de febrero de 2010

mi parto

Dicen que cada parto es una historia. El mío empezó el día que me dijeron que el bebé tendría que nacer por cesárea. Ya me había hecho a la idea, primero con el diagnóstico en el 5o mes de placenta previa oclusiva, luego con un pequeño sangrado en la semana 30 que me tuvo 5 días ingresada en observación y luego con las 6 semanas en reposo absoluto que hice en la cama de casa. Aún no sé muy bien qué pensar de esos días, quizás es que tampoco hay ninguna gran conclusión, simplemente, es lo que hay y lo aceptas y llevas como buenamente puedes.
Total, como después de un día llega otro, llegó el 4 de diciembre y con 8 meses de embarazo cumplidos, 36 semanas justas, me hicieron la cesárea.
Es increible como escribiendo pasas de la semana 30 a la cesárea en dos líneas. 6 semanas en 10 palabras. Se escribe rápido, pero se pasa muyyyy despacio.
Y la cesárea fue una experiencia horrible.
Totalmente traumática para mí.
A las 8 de la mañana ingresé en la clínica Quirón. Hacía mucho, mucho viento y mucho sol. Y también mucho frío. No dejaron entrar al quirófano a J. Nos despedimos como en la puerta de un horno muy grande. Él se quedó al otro lado. Y yo de repente, me encontré sentada en la camilla con una anestesista pidiéndome que curvara la espalda. Y de repente también, lo único que sabía era que quería salir de allí. Me daba igual que el niño no pudiera salir, saber que estaba allí para que lo pudieran sacar, pensar que los embarazos tarde o temprano acaban y que en algún momento eso tendría que pasar. Me daban igual todos los razonamientos, incluso los más razonables. Yo sólo quería salir de allí, no podía afrontarlo, "ni ahora ni nunca" pensaba- Y así empezó el pequeño show.
-un momento, un momento, ¿qué me vais a hacer?-yo-
-te voy a pinchar un poco de anestesia para poderte pinchar más profundamente más anestesia-anestesista con pocas ganas de charla y muy por la faena-
-pero un momento por favor, ¿no me podéis dar un diazepan?-yo, cada vez más lejos de poder razonar-
-eso es lo que quiero hacer si te estás quieta y curvas la espalda como te he dicho-ella, sin ninguna piedad-
-nononono, ¿no me lo podéis dar oral? ¿o por la via?-yo desesperada, muerta de miedo-
-mira, éstate quieta de una vez. Si te estás quieta, no va a pasar nada- anestesista-
Intento respirar. Vuelvo a curvarme hacia delante. Pienso en las clases de yoga. ¿Dónde ha quedado toda mi armonia? Dónde está mi cuerpo? Dónde mi cabeza?
¿Qué hago yo allí?
Me da igual estar embarazada. Solo quiero irme. Salir. Ya me harán la cesárea otro día, o ¿qué tal nunca?
Se acerca la comadrona, cuando vé que me estoy mordiendo la mano (aún no me han pinchado) me dice que le coja la suya. Patéticamente agradecida, estilo Blanche Dubois en "Un tranvía llamado deseo", le cojo la mano y se la empiezo a apretar súper fuerte.
Una nunca sabe cuando va a depender de la amabilidad de los extraños.
Noto como entra la aguja entre dos de mis vertebras y por acto reflejo, arqueo la espalda; justo al contrario de cómo se me ha indicado. Noto la aguja que se queda clavada y la anestesista se pone delante de mí, muy, muy enfadada.
"que esto vaya bien depende de ti, éstate quieta"
Y es que nadie se daba cuenta de que no podía? de que estaba fuera de control? de que tenía un ataque de pánico en toda regla?
Pues no, nadie se daba cuenta.
Vuelve la anestesista a colocarse detrás de mí. Yo a curvar la espalda y a encogerme como un bichito de bola. Quiero cooperar. Quiero hacerlo bien. Vuelvo a notar la aguja entre mis vertebras. Pero no puedo y vuelvo a arquear la espalda y vuelvo a notar la aguja aprisionada.
Ahora la que está histérica es la anestesista.
Yo, en mi ataque de locura transitoria, puedo entender sin que me lo expliquen, algo así como que está pinchando mi médula, que tengo que quedarme quieta, que es un pinchazo delicado, aunque lo hagan cada día tantas de veces. Que puede ir mal. Puedo entender. Pero no puedo hacer nada más. No encuentro nada dentro de mí a lo que cogerme para sacar la cabeza y respirar. Me estoy ahogando. Cada vez estoy más cerca de un muro contra el que voy a chocar. Y no sé cómo parar.
Vuelta a empezar. Curva la espalda. Aguja entre las vertebras. Tras 2 intentos más, no sé cómo, de verdad que no sé cómo, noto un último pinchazo y me dicen "ahora estírate aquí", es la camilla.
Mucha gente empieza a traginar a mi alrededor, y entonces yo digo:
"Un momento. TODAVIA NO ME HAGÁIS NADA"
Nadie me hace ni caso.
Me invade un miedo horrible de que vayan a empezar y aun no haya hecho efecto la anestesia.
A la ginecóloga ni la he visto.
Pronto no me noto las piernas.
Pero pienso que quizás no es suficiente, que no notarse las piernas no es garantía de no notar el bisturí en mi barriga.
Alguien pone una especie de cortina delante de mí y de pronto se oye un pitido muy seguido. Bueno, el pitido no sé si oye antes o después de que me empiece a ahogar. Intentando no perder la elegancia, si es que me queda alguna por salvar en ese quirófano, giro un poco la cabeza hacia la anestesista y le digo "mira perdona, es que estoy teniendo un ataque de ansiedad y no puedo respirar"
Ella dice que es la anestesia, que me ha dormido también los pulmones.
L dice que quiso dormirme la boca.
Me pone una mascarilla y noto aire fresquito.
Y ya respiro, pero me siento miserable y sola y desamparada. Pienso en qué concentrarme para aguantar, busco dentro de mí y me siento más sola que nunca en mi vida.
Luego he recordado que sólo otra vez me he sentido así de increiblemente sola. Cuando era pequeña y tuvimos un accidente de coche y estuve también en un quirófano.
Y me viene a la cabeza Victoria Beckham. Sé que ha tenido 3 niños por cesárea. Uno de ellos coincidió con que yo estaba en Londres y ví un titular en un periódico sensacionalista que decía "Too posh to push". Así que pensé, "si esa lo ha podido soportar, yo tengo que poder también, ánimo"
Así que pensando en Victoria Beckham y sin parar de llorar detrás de mi mascarilla de oxigeno escuché "ya está! son las 9.20, te lo digo por si quieres hacerle la carta astral"
Era la anestesista. Al final fue la única que me hizo un poco de caso. Me limpió las lágrimas con sus manos y me miró a la cara y me dijo "lo ves? no ha sido nada"
Es verdad. Nada de nada.
Alguien me puso delante un bulto plateado y me dijo "míralo" pero yo no veía nada sin las gafas.
Y venga, a reanimación.
Y el bebé a quien sabe dónde.
Hasta 4 horas después no lo trajeron a la habitación. Había tenido una hipoglucemia y le habían dado un biberón. Me acordé de Carlos González. Tenía las uñas moradas el pobre.
Pesaba 2kilos y medio y tenía unas orejas enormes.
Yo creía que ya estaba.
Pero jejeje... pobre insensata.
No me podía ni imaginar que la cosa no había hecho más que empezar.

k.os

Como estoy con gripe, esta mañana he ido al balneario respiratorio del dr.Pros a hacer un baño de vapor de agua de mar. Es muy descongestionante y relajante y además me ayuda a no hacer sinusitis, a la que tengo tendencia. La enfermera que trabaja allí me ha dicho que si Félix está tan resfriado es porque yo estoy muy estresada y no le dejo recuperarse. La verdad es que es cierto que estoy estresada y preocupada y algo nerviosa. Es la primera vez que tengo un hijo y quiero hacerlo bien. A lo mejor hay mamás que lo llevan todo de forma muy natural, pero yo lo llevo como puedo y no me da vergüenza reconocer que sí, que estoy algo histérica. Pero según mi humilde opinión, tengo mis razones.
El lunes pasado por la tarde llamé al pediatra de Félix, el dr.Santiago García-Tornel, un hombre tan sabio como amable, tanto, que dan ganas de volver a ser niño y sentirte amparado por él. Bueno, a lo que iba. Lo llamé porque el bebé llevaba 15 días resfriado y de pronto por la tarde me pareció que respiraba como si estuviera muy cansado de respirar. Pensé que me diría, traémelo cuando puedas, mañana o pasado, pero lo que me dijo es que fuera a urgencias. Primer K.O. Estaba diluviando y bajo la lluvia fuimos el bebé y yo a urgencias de San Juan de Diós. Seguimos un camino pintado de verde que une el parking con el hospital y me acordé de Dorothy y Totó en el mago de Oz. Yo iba tan pancha, pensando que me mandarían a casa, pero aquí vino el segundo K.O: había que ingresar al bebé! Ha pasado una semana y yo aun no me creo que pasáramos 4 días en la habitación 661. Resulta que tenía el virus respiratorio sincitial, bronquiolitis.
Claro, después de 2 golpes así a la ingenuidad de una, pues estoy más desconcertada que nunca en estos 2 meses y medio.
Cuál es el termino medio entre una madre obesesionada y paranoica y una madre tranquila y que piensa que todo va bien sin preocuparse nada? yo no lo sé.
Hoy veo al niño muy adormilado, empanadísimo. Cómo no sé qué pensar, pienso que el jarabe que le damos (Expecto DHU) lo tiene borracho porque contiene un poco de alcohol. Llamo al dr.Santi, aunque le deberían llamar, dr.Santo, porque vaya paciencia tiene, pero me dice que no me preocupe que todo es normal. Cuelgo el teléfono sintiéndome absurda, pero es que, yo qué sé! parece una marmota!
Es como si necesitara el permiso de alguien que sabe lo que pasa para poder sentirme tranquila.
Y son sólo las 4 de la tarde.
Y no es que quede mucha liga. Es que queda TODA la liga.
Y ni siquiera he empezado por el principio!